Ucrania, Kyiv.

En el año 1995, en América lejana, Vladika Moisés (entonces Padre Oleg) servía a Dios y a la gente sinceramente. Pero el alejamiento de Ucrania natal, como la herida penetrante todo el tiempo le recordaba de sí y creaba la nacesidad de tener a su lado alguno ser vivo. Así en la vida de Vladika apareció el cachorro del Airedale Terrier nombrado Archi. Era un milagro que él tuvo las raízes ucranianas ? fue el nieto del campeón de Ucrania.

Este perro fue el amigo seguro. A pesar de su taciturnidad, él reveló el tesoro espiritual grande del alma de perro: fidelidad, amor y confianza. Estas cualidades están escasas entre la gente de hoy.

En 2000 Vladika Moisés volvió a Ucrania natal con su amigo cuadrúpedo. Pero en la vida siempre la gran tristeza acompaña a la gran alegría. Archi murió de la picadura de garrapata encefalítica. Parece que este perro cumpliera su misión ? apoyar espiritualmente a su dueño en el país distante. Habiendo cumplido su misión, pasó a mejor mundo.

Los años pasaban, pero el amor al amigo fiel Archi no se apagaba.

¿Puede Dios volver esta pérdida?

Un día, trabajando en casa, Vladika oyó el ladrido de su perro, que gañiendo pedía socorro. Vladika se asomópor la ventana y vió abajo a su Archi. Era sucio del agua nieve, era flaco y asustado ya su lado pasaban velozmente coches, andaba gente indiferente.

Bajar por el ascensor y correr hasta la vía le quitó algunos minutos. "Archi, Archi,¡ a mí!" ? el perro como si esperara esto y en seguida sigió a Vladika. Luego, por algunos indicios, se aclaró que este pero había tenido mala suerte. Lo más probable fue puesto de patitas en la calle, como la sotrera.  Hoy, por la desgracia, la amistad sincera  y amor no valen nada.

En Kyiv hay muchos perros errantes y es casi imposible encontrar el Airedale de raza entre ellos. Para colmar, este perro apareció en el lugar indicado y en el momento justo y le vio la persona que necesitaba este encuentro ? entonces por lo visto no es la mera casualidad. Algo parecido no puede ser la casualidad.

Así en la vida de Vladika Moisés volvió su amigo devoto Archi.

Pero esto no es el final de esta historia.

Se aclaró que el Archi nuevo es la muchacha.

El tiempo pasó, la perra se fortaleció, tomó pie. Con el tiempo se encontró el mozo hermoso y cariñoso para Archi. Dentro de dos meses Archi parió 11 cachorros, bonitos seres de Dios que llenarán las vidas de la gente con la luz del amor.

Y mientras Vladika tiene 12 (!) Airedales junto con su madre.

¡Esto es el regalo rico de Dios!